17 mar 2010

Videojuegos: ¿adictivos? o ¿educativos y aburridos?


Si bien existen diversos juegos electrónicos que facilitan el aprendizaje de los jóvenes en edad escolar, sólo algunos son considerados entretenidos por los usuarios.

Desde hace varios años que preocupa al mundo la tendencia adictiva de los juegos electrónicos y la violencia que éstos pueden llegar a generar en los usuarios. Sin embargo, en Argentina, cada vez más, se están utilizando y creando videojuegos para el aprendizaje.

No hace mucho tiempo, el llamado Counter Strike revolucionó el mercado y creó en los aficionados una extraña adicción a este juego tan violento. En los cybers se podían ver promociones que iban desde las cinco horas, hasta jornadas de tres días para poder jugarlo. Aunque parezca mentira, quienes hacían uso del Counter, pasaban tanto tiempo como su cuerpo se los permitía.

Los diarios El Mundo y The New York Times, arrojaron un dato que preocupó mucho a la sociedad mundial: jugar dos horas periódicamente a un mismo juega lleva a la dependencia del mismo.

Argentina, es uno de los países preocupados en este tema y, por eso, existen cada vez más desarrolladores de juegos electrónicos que intentan crear games que nada tengan que ver con la dependencia y la violencia; por el contrario, crean juegos que pueden llegar a ser educativos.

No obstante, el gran problema que tienen quienes desarrollan videojuegos educativos es que, muchas veces, realizan productos densos o aburridos para los consumidores; existe una falta de ingenio en la creación de los mismos que genera games obvios y cansadores para los jóvenes.

Un conocedor de la materia, Will Wright, fabricante del popular juego“Sims”, dio su opinión sobre esta cuestión y advirtió: "Algunas veces, quienes desarrollan juegos educativos están muy concentrados en ese fin que, sin darse cuenta, crean productos que no entretienen a los usuarios. Lo que necesitan los desarrolladores de juegos educativos y serios es ser algo más abstractos; el verdadero poder de los videojuegos no está en su habilidad para educar, sino en su capacidad para motivar, para motivar a las personas a educarse a sí mismos”.


Emmanuel Liaño - (emmanuel.liano@hotmail.com) 

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